Hace más de 12 años que me retiré como jugador profesional de baloncesto, sin embargo, a veces, mientras duermo, sueño que estoy entrenando o preparando un partido importante. Y es que todo deportista profesional tiene una rutina muy específica cuando está compitiendo, valores que tienen una clara aplicación en el mundo empresarial y directivo.
Ferran Martínez. Ex jugador de baloncesto y director general de Andbank Sports & New Business.
En mi caso, tanto cuando jugaba en el FC Barcelona, como el Joventut, el Panathinaikos o en unos Juegos Olímpicos, mi vida giraba en torno a unos objetivos muy concretos: ganar todas las competiciones, mejorar física y técnicamente mi nivel para estar siempre en la élite de mi deporte y contribuir con mi mejor rendimiento a lograr todos los éxitos del equipo, además de probar de innovar para hacer cosas diferentes en la pista de baloncesto. Hitos que todos los deportistas tenemos muy interiorizadas porque, además, sabemos que cuando uno deja de estar motivado al 100% es cuando se inicia la bajada del alto rendimiento.
Sin embargo, cuando en 2002 me tuve que retirar a raíz de una grave lesión de rodilla (que me hice mientras calentaba para el partido amistoso Cataluña-Croacia junto unos jóvenes jugadores como Pau Gasol o Juan Carlos Navarro), a pesar de no estar mentalmente preparado para una retirada forzada, sí me sentía satisfecho de haber tenido una carrera deportiva larga, no haber dejado nunca de estudiar y haber vivido experiencias en otros países, como en Grecia o en Italia. Y voy visualizar la importancia de añadir los valores del deporte -como la disciplina, la capacidad de sufrimiento, el juego en equipo, la superación de adversidades, el optimismo o los hábitos diarios- a una formación financiera y de creación de empresas, que es lo que hago ahora.