La economía catalana ha aumentado progresivamente su volumen de intercambio de mercancías en los últimos dos decenios y las relaciones con el extranjero son cada vez más importantes.
Lluís Franco y Sala. Presidente del Consejo de Trabajo, Económico y Social de Cataluña.
Según un estudio realizado por el Consejo de Trabajo, Económico y Social de Cataluña (CTESC), si se compara el volumen medio anual de las ventas y de las compras efectuadas durante el quinquenio 1995 a 2.000 con las del quinquenio 2008-2013, ya en plena crisis, se observa que el crecimiento ha sido intenso: la tasa de crecimiento fue del 46,9% para las ventas y del 58,3% para las compras.
Paralelamente, estas últimas décadas la estructura catalana del comercio de mercancías ha cambiado mucho como consecuencia del proceso de globalización que se ha producido a escala mundial. Si se analiza la estructura porcentual de todas las ventas de mercancías catalanas, se observa que entre el periodo 1995-2000 y el periodo 2008-2013 cada vez son más importantes las relaciones con el extranjero. Así, el peso de las ventas en el extranjero ha pasado de representar en términos medios el 26% del total de ventas a significar el 36,1%. En un sentido contrario, en los mismos períodos, el peso de las ventas en el resto del Estado ha disminuido del 38,3% al 31,4% y el de las ventas dentro de Cataluña se ha reducido del 35, 7% al 32,1%.
La estructura de las compras de bienes también tiene un comportamiento similar. Entre el periodo 1995-2000 y el periodo 2008-2013, el peso de las compras de Cataluña en el extranjero ha pasado del 38,4% a representar casi la mitad de las compras catalanas, con el 47,6%. En cambio, durante los periodos mencionados se reduce el peso de las compras en el resto del Estado, que pasa del 23,4% al 19,5%, y el de las compras internas, que pasa del 38,2% al 32,9%.