Durante la época de la inmigración catalana en América nace un provechoso negocio de producción y comercio de aguardientes entre el viejo y el nuevo continente con la creación de las míticas destilerías de ron en Cuba (Bacardí) y en la República Dominicana (Brugal y Barceló).
Text: Ricard Paraíso. Licenciado en Historia, Máster en Estudios Históricos y Diplomado en Comercio.
¿CÓMO SE LLEGA A ESTA SITUACIÓN?
El ron es un destilado que procede de la fermentación de la caña de azúcar y llegó al continente americano de manos de los colonizadores europeos. A su vez, la caña de azúcar es un vegetal oriundo del continente asiático -ya los antiguos egipcios lo cultivaban y obtenían productos alcohólicos, y también está presente en la Biblia, donde el mismo rey Salomón da a probar a la reina de Saba-, que necesita un clima cálido y con abundante agua, lo que encaja perfectamente con las latitudes tropicales del continente americano, especialmente con las Antillas.
Para la elaboración del ron se necesitan los azúcares y las melazas fermentadas que se extraen de la caña de azúcar. Un azúcar que fue muy apreciado ya desde un inicio hasta el punto de llamarlo oro blanco o moreno, y que se convirtió en uno de los primeros productos globalizados desde el siglo XVII. Y es que este oro generaba comercio y riqueza, pero también escondía un lado oscuro: la utilización de mano de obra esclava en su producción.
EL ANTECEDENTE
Con todo, el ron como destilado se popularizó en el Caribe como plan B. Por un lado, los vinos eran difíciles de llevar desde Europa, por su alto coste y porque se avinagraban durante el transporte. Por otro, el comercio de productos alcohólicos de alta graduación que surgió como alternativa al del vino también se interrumpió pronto por razones económicas (su precio se disparaba fruto de las cargas del transporte, los aranceles, la piratería y otros conceptos impositivos). Así los destilados de la caña de azúcar rápidamente aparecieron como producto alcohólico alternativo que recibió varios nombres; ron, rhum, cachaza, guaro, guildive o seco, según la zona de elaboración o el tipo. Primero eran simples destilados de rones blancos, pero posteriormente surgieron diferentes sistemas de envejecer los rons para darles mejor sabor. En cuanto a los sistemas de envejecimiento, eran en barrica y según el sistema de soleras y crianzas.
EL RESULTADO
La oportunidad de negocio que ofrecían los destilados rápidamente se convirtió en un incentivo para los catalanes que iban a «hacer las Américas», algunos con conocimiento en licores, destilación y el arte del alambique para la producción de aguardientes. Entre ellos, Facundo Bacardí i Massó (1814-1886), fundador de Ron Bacardí en Santiago de Cuba en 1862. Nacido en Sitges, en el Garraf, una población característica para la elaboración de malvasías, vinos, licores y aguardientes, y de donde emigraron muchos de sus habitantes a América huyendo de la miseria económica que se vivía en las villas marineras catalanas, Bacardí i Massó llegó a Cuba a mediados del siglo XIX. Tras varias experiencias comerciales, se dedicó a la fabricación de ron, haciendo muy popular este producto por su bouquet suave y su marca diferenciada por el símbolo del murciélago. De hecho, el ron de Bacardí se caracterizó enseguida por su capacidad de mezcla con zumos y otras bebidas, creando combinados alcohólicos y cócteles de gran renombre internacional (Mojito, Daiquiri, Mai Tai, Caipiriña, Blue Hawai, etc.). Hoy en día, sin embargo, esta es una marca exiliada: la compañía apoyó la independencia de Cuba, por lo que tuvo que huir de la isla después de la Revolución Castrista. En 1936, la empresa abrió una planta de fabricación en Puerto Rico, y se estableció en distintos puntos de producción en el Caribe, como las Islas Bermudas, Bahamas, México, Puerto Rico y Florida, convirtiéndose en uno de los símbolos del anticastrismo (de ahí surge el combinado alcohólico más famoso de todos los tiempos, el Cuba Libre: ron Bacardí con cola y una rodaja de limón o naranja). La casa catalana es actualmente la primera compañía internacional productora de ron y la más consumida.
En cuanto a Ron Brugal, para conocer sus orígenes hay que saltar de isla e ir a la República Dominicana, aunque sin dejar Cuba del todo, ya que su fundador, el también sitgetano Andreu Brugal i Montaner, primero llegó a Santiago de Cuba. Allí aprendió la elaboración de ron para instalarse posteriormente en Puerto Plata ya como fabricante desde el 1888, siendo un referente industrial en esta isla y posicionándose como tercera marca de ron del mundo.
Por último, sin dejar la República Dominicana, Ron Barceló se creó en los años treinta del siglo XX de la mano del mallorquín Julián Barceló y ha llegado a ser uno de los rones más reconocidos por sus catas.
Otros ejemplos de negocios de elaboración de ron creados por catalanes que «hicieron las Américas», en este caso, en América continental, son los casos de Ron Clarós, hecho en Colombia y Panamá por la familia Clarós de tradición licorera en Badalona, y el gran Ron Pujol. Este último es el ron catalán por antonomasia, el decano, creado en 1818, y llevado a Cataluña por los emigrantes que retornaban de las Antillas, los mismos que integraron en nuestra cultura esta mezcla de cantos y danzas antillanas con canciones marineras catalanas que son la Habanera y la Rumba, y con el que nos hacemos los carajillos o quemados en verano en la orilla del mar, mientras las cantamos.
Grases, P., y Moles, P. (). 200 catalans a les Amèriques, 1493-1987: mostra del diccionari de Catalunya i Amèrica. Barcelona: Comisión Catalana del Quinto Centenario del Descubrimiento de América