En términos de marketing, una ventaja competitiva es una superioridad que una empresa tiene respecto a otra.
Josep Moulines. Psicólogo de organizaciones experto en RH, coach y colaborador académico de la Cámara de Comercio de Barcelona.
Para seguir siendo competitiva, una empresa ya no sólo debe pensar en diferenciarse por sus productos o servicios. Es necesario que lo haga también por las personas que forman parte de ella. Este cambio supone seis retos importantes:
1. Un cambio de mentalidad empresarial. Hay que sentir «de verdad» que las personas no son sólo un medio para alcanzar la ventaja competitiva (producto o servicio), sino que son la propia ventaja competitiva.
2. Escoger las personas adecuadas. Son aquellas que cumplen con los requisitos competenciales del puesto de trabajo, sienten pasión por lo que hacen y están alineadas con nuestra cultura y valores.
3. Máxima aportación de valor. Hay que preguntarnos si todo el mundo está el máximo tiempo posible durante la jornada laboral haciendo aquello por lo que aporta más valor. Si la respuesta es NO, estamos perdiendo competitividad.
4. Fomentar los elementos facilitadores y potenciadores de talento. Hay que crear un ecosistema organizativo que incentive la creatividad, la innovación, la comunicación y el feedback. También que nos permita identificar el talento, canalizarlo y aprovecharlo. No podemos permitirnos desaprovechar el talento y menos perderlo.
5. Una política de RH más clara, transparente y participativa. El área de RH debe ser agente de cambio, un aliado para las otras áreas y un punto de referencia en este camino hacia la máxima aportación de talento y potencial.
6. Pasar de un liderazgo limitador y controlador a un liderazgo transformador. Hay que «empoderar» a las personas y tratarlas como adultas, completas y llenas de recursos. Pasar del control al seguimiento y a la confianza.