Cuna de la Revolución americana y ciudad receptora de tradiciones europeas, la capital del estado de Massachusetts tiene un pasado que no deja a nadie indiferente. Mirando hacia adelante, su futuro es prometedor: Boston se ha convertido en uno de los destinos académicos y profesionales favoritos en el mundo. ¿Quieres saber por qué?
Texto: Berta Seijo
En 1620 llegaron a la costa los primeros colonos europeos que fundaron Nueva Inglaterra, región de los Estados Unidos de América localizada al noreste del país donde, en un primer momento, se establecieron las colonias de Connecticut, New Hampshire, Rhode Island y Massachusetts (después se sumaron Maine y Vermont). Una década más tarde, los puritanos ingleses ya habían establecido las bases de la que sería una de las ciudades más antiguas y relevantes de todo el territorio estadounidense: Boston. Hablamos de la capital del estado de Massachusetts, que vivió en propia piel acontecimientos históricos como la Revolución americana (1765-1783), la Guerra de la Independencia (1775-1783), y, como resultado, el nacimiento de la tierra de las oportunidades.
Entre 1860 y 1920, Boston acogió un gran número de inmigrantes, procedentes de Irlanda -hoy en día, la población bostoniana con raíces irlandesas representa cerca del 16%- e Italia. Esto posibilitó la entrada del catolicismo y de nuevas tradiciones, incluida la política. Sólo hay que hacer memoria y repasar el listado de alcaldes que ha tenido la capital de Massachusetts: Hugh O’Brien, Patrick Collins, John F. Fitzgerald (abuelo materno de John F. Kennedy) y James M. Curley, entre otros. ¡Todos con sangre verde en las venas!
Entre 1860 y 1920, Boston acogió un gran número de inmigrantes, procedentes de Irlanda -hoy en día, la población bostoniana con raíces irlandesas representa cerca del 16%- e Italia.
La ciudad de los barrios
Aparte de ser considerada la cuna de la cultura europea en los EE.UU., a Boston también se la conoce con el sobrenombre de “la ciudad de los barrios”. En total, hay 21 barrios oficiales, pero nosotros hemos querido destacar ocho. Empezamos con North End, barrio italiano por excelencia y uno de los más antiguos de la capital estadounidense. Alberga edificios con un gran valor histórico, como la iglesia Old North, construida en 1723.
Seguimos con el centro financiero y comercial de Boston, Downtown Crossing. Aunque los rascacielos dibujan su horizonte, este barrio acoge uno de los emblemas del pasado inglés de la ciudad: la Old State House, sede del Gobierno colonial británico entre 1713 y 1776. Como buena zona de compras no puede faltar el Quincy Market, en el que, aparte de vaciar la cartera, también podrás disfrutar de música en directo. Pero si lo que quieres es una noche protagonizada por los mejores musicales, óperas o ballets clásicos, acuérdate de pasar por el equivalente al Broadway neoyorquino en Boston, el Theatre District. Una vez finalizado el espectáculo, recorre el Chinatown de esta capital, donde podrás adquirir todo tipo de especias y telas exóticas, ¡y saborear una buena cena a base de comida asiática!
Foco de I+D
A principios de año, la multinacional General Electric (GE) anunció el traslado de su sede corporativa desde Connecticut a Boston. ¿Los motivos? Según afirmó la empresa a través de un comunicado, una de las razones de peso para esta mudanza es que «el estado de Massachusetts invierte más en investigación y desarrollo que otra región en el mundo».
En realidad, GE no es ni la primera ni la última compañía que aprecia el potencial del ecosistema de esta región; no nos olvidemos que Gillette, New Balance, The Boston Consulting Group o Bain&Company ya apostaron por la ciudad norteamericana en su momento. Por otra parte, localizamos actores muy relevantes en cuanto al ámbito de los servicios financieros: Teradyne, Liberty Mutual, Bain Capital, Fidelity Investments, etc.
Si miramos hacia el futuro, Boston también es un foco importantísimo respecto a la industria biotecnológica. Que tiemble Sillicon Valley porque las empresas dedicadas a este sector dan trabajo a 50.000 personas, y durante el 2014 recibieron inversiones por valor de 6.100 millones de dólares. Hablamos de un tipo de crecimiento que no ha tenido lugar de un día para el otro, sino que es el resultado de años de trabajo. Y es que Boston es una ciudad muy atractiva para las compañías debido a la presencia de universidades y hospitales donde se hace investigación de primer nivel.
El podio de la ocupación
Ahora bien, si nos centramos en los sectores de toda la vida, los yacimientos de empleo más importantes en el área metropolitana de Boston son los servicios profesionales y de negocios, el ocio y la hostelería, y la educación y la sanidad. Por ejemplo, si nos fijamos en la contratación de personal de este último, sólo entre 2014 y 2015 (figura 1), se crearon 15.100 nuevos puestos de trabajo en el ámbito de la educación y la sanidad -cifra que supuso un incremento del 2,8%- .
Al otro lado del río Charles, sin salir del área metropolitana de Boston, localizamos dos de las universidades con más fama y nivel en el mundo: el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y la Universidad de Harvard. La primera se constituyó en 1861 y por sus aulas han pasado 76 Premios Nobel. Y es que sólo el 10% de los solicitantes hacen realidad su sueño y consiguen una plaza en el centro donde se forjaron inventos tan revolucionarios como el GPS, el Technicolor o el primer videojuego. Una ruta a pie de 30 minutos nos puede llevar al otro gran emblema de la formación de prestigio, Harvard. Fundada en 1636 a imagen y semejanza de Cambridge u Oxford, es la universidad más antigua de EE. UU. Formar parte de su alumnado -como lo hicieron en su momento Roosevelt, Obama o Kennedy- cuesta alrededor de 40.000 dólares al año, a pesar de que su sistema de becas permite que el precio se reduzca hasta los 6.500 dólares al año.
Massachusetts destaca por su amor por la libertad y la democracia. Buena prueba de ello es que fue el primer estado norteamericano en legalizar el matrimonio homosexual en 2004. Y, concretamente, su capital también se puede considerar pionera si la comparamos con el resto de los EE. UU. En Boston se construyó la primera red de metro (1897), escuela pública (1635), biblioteca municipal (1848) y centro universitario -hablamos de Harvard, ¡cómo no!-.
Si de lo que se trata es de equipamientos deportivos, los bostonianos indecisos lo tienen difícil. Y es que esta ciudad se caracteriza por dar cobijo a una gran cantidad de clubes de hockey, béisbol, fútbol, fútbol americano y baloncesto. Pero, puestos a elegir, nos quedamos con los más conocidos de cada deporte (siguiendo el orden mencionado anteriormente): los Boston Bruins, los Red Sox -¡eternos enemigos de los Yankees de Nueva York!-, los New England Revolution, los Patriots y los propietarios del trébol de tres hojas más famoso del mundo, los Celtics.
Según los últimos datos del Departamento de Comercio de los Estados Unidos, alrededor de 1,4 millones de extranjeros visitaron Boston durante el 2014 -un 10% más que el año anterior-. Entre los efectos inmediatos de la popularización de esta ciudad como destino turístico y de negocios no podemos obviar el empuje de dos sectores clave para su economía: el ocio y la hostelería. Tampoco podemos pasar por alto que su cultura gastronómica esté sumando cada vez más adeptos. Y es que uno de los atractivos de Nueva Inglaterra es precisamente su recetario, que tiene como auténticos protagonistas el pescado y el marisco. Las almejas al vapor, fritas o como ingrediente principal de sopas; la langosta; el fish and chips (a menudo elaborado con bacalao fresco), las baked beans y las ostras, tal como las preparan en el Unión Oyster House- son los platos estrella en cualquier local fiel a la tradición bostoniana.
Grado arriba, grado abajo
Boston es un buen destino vacacional todo el año, a pesar de que finales de primavera y principios de otoño sean dos de las mejores épocas para hacer una escapada. Eso sí, más de 250.000 estudiantes llegan y se van durante septiembre y mayo, ¡por lo que encontrar alojamiento es una tarea casi imposible si no se hace con antelación!
Ahorra (¡pero no con las propinas!)
Si cuando viajas, la austeridad es una de tus prioridades, cuando llegues a Boston ten en cuenta que los precios son generalmente más altos en los barrios de Beacon Hill, Back Bay y Harvard Square. Para encontrar gangas, mejor desplázate a North End, Kenmore Square, Downtown Crossing y Cambridge’s Central Square. Pero piensa que las propinas no son algo que puedas pasar por alto: en los restaurantes, la propina estándar oscila entre el 15% y el 20% de la factura; en el caso de los taxis, los conductores también cobran como suplemento un 15% de la tarifa, y ocurre lo mismo con los profesionales que prestan servicios personales en general (peluqueros o masajistas, por ejemplo). Por otra parte, es costumbre obsequiar con una propina de entre uno y 20 dólares a los conserjes y botones de los hoteles.
¿Cómo moverse por la ciudad?
Aunque encabeza la lista de ciudades norteamericanas con un mayor porcentaje de ciudadanos que van a pie hasta su lugar de trabajo (15%), Boston y su área metropolitana están conectadas por una red muy completa de transporte público (Massachusetts Bay Transportation Authority), compuesta por cuatro líneas de metro y autobuses. Ésta opera entre las 5.30h de la mañana y las 12.30 de la madrugada, con un precio por billete que no supera los dos dólares y medio. Sólo es aconsejable que cojan el coche los más atrevidos, pues el tráfico en Boston puede convertirse en tu peor pesadilla; los conductores llevan la agresividad en las venas y con razón: las obras en la calle parecen no tener fin y la señalización brilla por su ausencia.
Cuna de la Revolución americana y ciudad receptora de tradiciones europeas, la capital del estado de Massachusetts tiene un pasado que no deja a nadie indiferente. Mirando hacia adelante, su futuro es prometedor: Boston se ha convertido en uno de los destinos académicos y profesionales favoritos en el mundo. ¿Quieres saber por qué?
Texto: Berta Seijo
En 1620 llegaron a la costa los primeros colonos europeos que fundaron Nueva Inglaterra, región de los Estados Unidos de América localizada al noreste del país donde, en un primer momento, se establecieron las colonias de Connecticut, New Hampshire, Rhode Island y Massachusetts (después se sumaron Maine y Vermont). Una década más tarde, los puritanos ingleses ya habían establecido las bases de la que sería una de las ciudades más antiguas y relevantes de todo el territorio estadounidense: Boston. Hablamos de la capital del estado de Massachusetts, que vivió en propia piel acontecimientos históricos como la Revolución americana (1765-1783), la Guerra de la Independencia (1775-1783), y, como resultado, el nacimiento de la tierra de las oportunidades.
Entre 1860 y 1920, Boston acogió un gran número de inmigrantes, procedentes de Irlanda -hoy en día, la población bostoniana con raíces irlandesas representa cerca del 16%- e Italia. Esto posibilitó la entrada del catolicismo y de nuevas tradiciones, incluida la política. Sólo hay que hacer memoria y repasar el listado de alcaldes que ha tenido la capital de Massachusetts: Hugh O’Brien, Patrick Collins, John F. Fitzgerald (abuelo materno de John F. Kennedy) y James M. Curley, entre otros. ¡Todos con sangre verde en las venas!
Entre 1860 y 1920, Boston acogió un gran número de inmigrantes, procedentes de Irlanda -hoy en día, la población bostoniana con raíces irlandesas representa cerca del 16%- e Italia.
La ciudad de los barrios
Aparte de ser considerada la cuna de la cultura europea en los EE.UU., a Boston también se la conoce con el sobrenombre de “la ciudad de los barrios”. En total, hay 21 barrios oficiales, pero nosotros hemos querido destacar ocho. Empezamos con North End, barrio italiano por excelencia y uno de los más antiguos de la capital estadounidense. Alberga edificios con un gran valor histórico, como la iglesia Old North, construida en 1723.
Seguimos con el centro financiero y comercial de Boston, Downtown Crossing. Aunque los rascacielos dibujan su horizonte, este barrio acoge uno de los emblemas del pasado inglés de la ciudad: la Old State House, sede del Gobierno colonial británico entre 1713 y 1776. Como buena zona de compras no puede faltar el Quincy Market, en el que, aparte de vaciar la cartera, también podrás disfrutar de música en directo. Pero si lo que quieres es una noche protagonizada por los mejores musicales, óperas o ballets clásicos, acuérdate de pasar por el equivalente al Broadway neoyorquino en Boston, el Theatre District. Una vez finalizado el espectáculo, recorre el Chinatown de esta capital, donde podrás adquirir todo tipo de especias y telas exóticas, ¡y saborear una buena cena a base de comida asiática!
Foco de I+D
A principios de año, la multinacional General Electric (GE) anunció el traslado de su sede corporativa desde Connecticut a Boston. ¿Los motivos? Según afirmó la empresa a través de un comunicado, una de las razones de peso para esta mudanza es que «el estado de Massachusetts invierte más en investigación y desarrollo que otra región en el mundo».
En realidad, GE no es ni la primera ni la última compañía que aprecia el potencial del ecosistema de esta región; no nos olvidemos que Gillette, New Balance, The Boston Consulting Group o Bain&Company ya apostaron por la ciudad norteamericana en su momento. Por otra parte, localizamos actores muy relevantes en cuanto al ámbito de los servicios financieros: Teradyne, Liberty Mutual, Bain Capital, Fidelity Investments, etc.
Si miramos hacia el futuro, Boston también es un foco importantísimo respecto a la industria biotecnológica. Que tiemble Sillicon Valley porque las empresas dedicadas a este sector dan trabajo a 50.000 personas, y durante el 2014 recibieron inversiones por valor de 6.100 millones de dólares. Hablamos de un tipo de crecimiento que no ha tenido lugar de un día para el otro, sino que es el resultado de años de trabajo. Y es que Boston es una ciudad muy atractiva para las compañías debido a la presencia de universidades y hospitales donde se hace investigación de primer nivel.
El podio de la ocupación
Ahora bien, si nos centramos en los sectores de toda la vida, los yacimientos de empleo más importantes en el área metropolitana de Boston son los servicios profesionales y de negocios, el ocio y la hostelería, y la educación y la sanidad. Por ejemplo, si nos fijamos en la contratación de personal de este último, sólo entre 2014 y 2015 (figura 1), se crearon 15.100 nuevos puestos de trabajo en el ámbito de la educación y la sanidad -cifra que supuso un incremento del 2,8%- .
Al otro lado del río Charles, sin salir del área metropolitana de Boston, localizamos dos de las universidades con más fama y nivel en el mundo: el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y la Universidad de Harvard. La primera se constituyó en 1861 y por sus aulas han pasado 76 Premios Nobel. Y es que sólo el 10% de los solicitantes hacen realidad su sueño y consiguen una plaza en el centro donde se forjaron inventos tan revolucionarios como el GPS, el Technicolor o el primer videojuego. Una ruta a pie de 30 minutos nos puede llevar al otro gran emblema de la formación de prestigio, Harvard. Fundada en 1636 a imagen y semejanza de Cambridge u Oxford, es la universidad más antigua de EE. UU. Formar parte de su alumnado -como lo hicieron en su momento Roosevelt, Obama o Kennedy- cuesta alrededor de 40.000 dólares al año, a pesar de que su sistema de becas permite que el precio se reduzca hasta los 6.500 dólares al año.
Massachusetts destaca por su amor por la libertad y la democracia. Buena prueba de ello es que fue el primer estado norteamericano en legalizar el matrimonio homosexual en 2004. Y, concretamente, su capital también se puede considerar pionera si la comparamos con el resto de los EE. UU. En Boston se construyó la primera red de metro (1897), escuela pública (1635), biblioteca municipal (1848) y centro universitario -hablamos de Harvard, ¡cómo no!-.
Si de lo que se trata es de equipamientos deportivos, los bostonianos indecisos lo tienen difícil. Y es que esta ciudad se caracteriza por dar cobijo a una gran cantidad de clubes de hockey, béisbol, fútbol, fútbol americano y baloncesto. Pero, puestos a elegir, nos quedamos con los más conocidos de cada deporte (siguiendo el orden mencionado anteriormente): los Boston Bruins, los Red Sox -¡eternos enemigos de los Yankees de Nueva York!-, los New England Revolution, los Patriots y los propietarios del trébol de tres hojas más famoso del mundo, los Celtics.
Según los últimos datos del Departamento de Comercio de los Estados Unidos, alrededor de 1,4 millones de extranjeros visitaron Boston durante el 2014 -un 10% más que el año anterior-. Entre los efectos inmediatos de la popularización de esta ciudad como destino turístico y de negocios no podemos obviar el empuje de dos sectores clave para su economía: el ocio y la hostelería. Tampoco podemos pasar por alto que su cultura gastronómica esté sumando cada vez más adeptos. Y es que uno de los atractivos de Nueva Inglaterra es precisamente su recetario, que tiene como auténticos protagonistas el pescado y el marisco. Las almejas al vapor, fritas o como ingrediente principal de sopas; la langosta; el fish and chips (a menudo elaborado con bacalao fresco), las baked beans y las ostras, tal como las preparan en el Unión Oyster House- son los platos estrella en cualquier local fiel a la tradición bostoniana.
Grado arriba, grado abajo
Boston es un buen destino vacacional todo el año, a pesar de que finales de primavera y principios de otoño sean dos de las mejores épocas para hacer una escapada. Eso sí, más de 250.000 estudiantes llegan y se van durante septiembre y mayo, ¡por lo que encontrar alojamiento es una tarea casi imposible si no se hace con antelación!
Ahorra (¡pero no con las propinas!)
Si cuando viajas, la austeridad es una de tus prioridades, cuando llegues a Boston ten en cuenta que los precios son generalmente más altos en los barrios de Beacon Hill, Back Bay y Harvard Square. Para encontrar gangas, mejor desplázate a North End, Kenmore Square, Downtown Crossing y Cambridge’s Central Square. Pero piensa que las propinas no son algo que puedas pasar por alto: en los restaurantes, la propina estándar oscila entre el 15% y el 20% de la factura; en el caso de los taxis, los conductores también cobran como suplemento un 15% de la tarifa, y ocurre lo mismo con los profesionales que prestan servicios personales en general (peluqueros o masajistas, por ejemplo). Por otra parte, es costumbre obsequiar con una propina de entre uno y 20 dólares a los conserjes y botones de los hoteles.
¿Cómo moverse por la ciudad?
Aunque encabeza la lista de ciudades norteamericanas con un mayor porcentaje de ciudadanos que van a pie hasta su lugar de trabajo (15%), Boston y su área metropolitana están conectadas por una red muy completa de transporte público (Massachusetts Bay Transportation Authority), compuesta por cuatro líneas de metro y autobuses. Ésta opera entre las 5.30h de la mañana y las 12.30 de la madrugada, con un precio por billete que no supera los dos dólares y medio. Sólo es aconsejable que cojan el coche los más atrevidos, pues el tráfico en Boston puede convertirse en tu peor pesadilla; los conductores llevan la agresividad en las venas y con razón: las obras en la calle parecen no tener fin y la señalización brilla por su ausencia.