Admiración, envidia y perplejidad. París despierta en los extranjeros que la visitan todo tipo de sentimientos y, sin duda, está presente en el podio de las capitales europeas más preciadas.
Pero dejando a un lado el arte y el ocio, a la ciudad francesa también se va a hacer negocios. O si no que se lo pregunten a los hombres y mujeres que cada día recorren el barrio de La Défense, el núcleo financiero más futurista.
Texto: Berta Seijo
La Torre Eiffel, los Campos Elíseos, el Museo del Louvre, Notre Dame… Visitar París en un fin de semana es prácticamente imposible; la lista de sitios y monumentos atractivos es casi interminable en el primer destino turístico del mundo. Y es que, según datos de su ayuntamiento, de los 88 millones de personas que pisan los aeropuertos de Paris-Orly y Roissy-Charles de Gaulle cada año, casi 30 millones son turistas que han sucumbido a su inmejorable fama y encanto. Pero París es mucho más que la ciudad de las luces y del romanticismo: es una de las capitales europeas más importantes en cuestión de negocios y uno de los motores de la economía mundial.
Los factores que lo avalan son diversos, pero destacamos cuatro. El primero: su área metropolitana, que anualmente da cabida a la creación de 75.000 empresas. El segundo: el 30% de la población está formada por ejecutivos y miembros de profesiones intelectuales superiores. El tercero: cuenta con una extraordinaria red ferroviaria, aérea, fluvial y de carreteras. Y el cuarto: 10 clusters del sector tecnológico, sanitario y automovilístico francés tienen su sede en la ciudad, aparte de que París dispone de 39 viveros que ponen a disposición de jóvenes emprendedores los recursos necesarios para iniciar su aventura empresarial. Todo, pues, conforma un panorama que no parece tener los días contados, ya que, con 17 universidades y grandes escuelas de ingeniería, negocio y management que concentran cerca de 600.000 estudiantes, la Isla de Francia también constituye el primer foco de desarrollo europeo, con 136.000 investigadores y técnicos.
El 45% de los visitantes que recibe París a lo largo del año llega a la ciudad por negocios
La Défense, el barrio futurista
París es una ciudad, por tanto, culta, moderna y cosmopolita que, a la vez, es punto de encuentro de múltiples estilos arquitectónicos; una mezcla que no deja a nadie indiferente. Y prueba de ello es La Défense, un barrio en el que la ciudad se aleja del clasicismo y se pone manos a la obra. Hablamos de una zona repleta de edificios y rascacielos que pertenecen a importantes firmas a nivel nacional y mundial (cuenta con la presencia de 800 bancos y compañías de seguros como Société Générale, HSBC, American Express, ING, Axa o Allianz, aparte de Oracle, organización que encabeza la lista de empresas de servicios de tecnología). ¿Más datos? En el barrio hay tres millones de m2 de oficinas y un total de 150.000 trabajadores, 9.000 de los cuales son directivos, pero también 600.000 m2 de viviendas, 230.000 m2 de comercios… Y todos impregnados con ese aire tan futurista que identifica plenamente el barrio número uno de negocios de Europa (con el permiso del otro gigante de las finanzas, claro, la City de Londres, con quien se disputa este jugoso título).
El otro arco |
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| EL ARCO DEL TRIUNFO atrae todas las miradas de los turistas, pero el Gran Arco de la Fraternidad, más conocido como el Arco de la Defensa, no se queda corto. Inaugurado en 1989 y ubicado en el barrio homónimo de París, destaca por su forma de cubo vacío de 110 metros de altura construido con mármol y granito, y cubierto con placas de vidrio. Por cuestiones ópticas y de infraestructuras -la línea 1 de metro pasa por debajo-, el monumento se levantó girado unos 6,3 grados para que el efecto visual fuera perfecto. La parte más alta de la construcción contiene un centro de conferencia y de exposición, un museo de informática y también un punto panorámico del distrito y del oeste de París; las dos columnas del cubo albergan oficinas gubernamentales. |
Disfruta del París más turístico y... |
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• Atrévete a comer: crêpes, quesos de todo tipo, macaroons, quiches Lorraine, tartas Tatin, croissants, etc. • Pasea por la avenida interminable de los Campos Elíseos hasta llegar al Arco del Triunfo. • No temas perderte por las callejuelas de Montmartre; después, tómate una taza de café o de té como recompensa en una de las tranquilas terrazas que encontrarás. • Haz un viaje en tren hasta el Palacio de Versalles, y déjate atrapar por la belleza aristocrática del edificio y de los enormes jardines. • Al final del día, sube a la Torre Eiffel, cuando las chispas de luz invadan la ciudad. |