El año 2000 marcó el inicio de un nuevo milenio. El mundo quería empezar de cero y solucionar los problemas globales que arrastraba. La respuesta fue la Cumbre del Milenio, celebrada en Nueva York, en la que 189 países se comprometieron para intentar erradicar la pobreza extrema, el virus del VIH, la discriminación de género y el analfabetismo, entre otros.
Texto: Esther Herrera
El año pasado expiraron aquellos compromisos que han cedido el testigo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible o Agenda 2030. Y a pesar de que ha habido grandes avances, ninguno de los ocho puntos planteados se ha alcanzado en su totalidad. Así, por ejemplo, según la ONU «sólo» se ha reducido a la mitad el número de personas que viven en condiciones de pobreza extrema.
El segundo objetivo, el de asegurar la educación primaria universal, es el que más éxito ha obtenido. El 90% de los niños de países subdesarrollados estaban inscritos en la escuela en 2015, y en los últimos 15 años el número de niños que no tienen acceso a la educación se ha reducido en 57 millones. Además, la tasa de alfabetización de los jóvenes entre 15 y 24 años es ahora del 91%. Con todo, según datos de la UNESCO, 58 millones de niños aún no tienen acceso a la educación y 100 millones no han completado la educación primaria.
El tercero, la promoción de la igualdad de género, tampoco ha tenido los resultados esperados. Más niñas pueden ir a la escuela y ha aumentado un 35% el número de mujeres en trabajos cualificados. No obstante, más de 15 millones de niñas siguen sin escolarizar, 120 millones de mujeres han sufrido la mutilación genital femenina y según el Foro económico mundial, de seguir al ritmo actual, la brecha salarial entre hombres y mujeres no se podrá eliminar hasta dentro de 118 años.
El 90% de los niños de países subdesarrollados estaban inscritos en la escuela en 2015, y en los últimos 15 años el número de niños que no tienen acceso a la educación se ha reducido en 57 millones. Con todo, según datos de la UNESCO, 58 millones de niños aún no tienen acceso a la educación y 100 millones no han completado la educación primaria.
También se pretendía reducir la mortalidad infantil y mejorar la salud materna. La tasa mundial de mortalidad de los niños menores de 5 años ha disminuido más de la mitad en los últimos 15 años, pero todavía 43 niños mueren por cada 1.000 nacimientos. También se ha reducido casi a la mitad el índice de mortalidad materna.
Uno de los máximos avances se ha producido en la lucha por la erradicación del virus del VIH/SIDA. En casi 15 años, las infecciones han disminuido un 40% y gracias a los nuevos tratamientos se han evitado casi ocho millones de muertes. Aun así, se producen dos millones de contagios anuales. Los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible se han marcado el hito de haber erradicado la enfermedad el 2030.
La sostenibilidad, una cuestión pendiente
La sostenibilidad y la conservación del medio ambiente es todavía una cuestión por solucionar. Tras la Cumbre del Clima, celebrada en París el pasado diciembre, se debe seguir trabajando para impedir el calentamiento global, y es que las emisiones de dióxido de carbono han aumentado un 50% desde 1990. En este compromiso también se incluyó el acceso al agua potable, del que ya disfruta el 90% de la población mundial. Finalmente, para el último de los compromisos, el de mejorar la ayuda al desarrollo y reducir la brecha norte-sur, no se establecieron plazos y se siguen invirtiendo esfuerzos.
En palabras del Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, los Objetivos del Milenio generaron «el movimiento contra la pobreza más exitoso de la historia». El 1 de enero de este 2016 entraron en vigor los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible, que se desplegarán durante los próximos 15 años. En 2030, el examen.
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