El día a día de la pyme es frenético y los temas comerciales y de negocio son los que mandan en la lista de prioridades de sus directores hasta el punto de provocar que no se tengan suficientemente en cuenta algunos aspectos que no representan su core business. Es el caso de los temas legales que, si bien no son urgentes, no por ello dejan de ser importantes. Aquí enumeramos algunos aspectos legales que afectan a todas las pymes.
JORDI TORRAS. Abogado y socio de Atena Abogados. Profesor de Derecho Mercantil de TBS Barcelona.
• Relación entre socios: es importante adelantarse a posibles problemas de futuro pactando por escrito las obligaciones de cada socio y su rol (socio capitalista, trabajador, y/o miembro del órgano de administración). Cada uno de ellos tiene particularidades muy diferentes, y hay que tenerlas claras desde el principio. Para esto están los pactos de socios.
• Proveedores y clientes: cuando surgen los problemas, es cuando recordamos que deberíamos haber revisado mejor las cláusulas de los contratos, si es que los firmamos.
• El local es mi principal activo y acabo firmando un contrato estándar en el que el propietario es más que probable que hubiera aceptado una serie de cambios que protegerían mejor mis intereses.
• Relación con trabajadores: la contratación adecuada de los trabajadores y la prevención de riesgos debería ser sagrada. Después, cuando se tiene una inspección de trabajo, un problema con un trabajador o un accidente de trabajo, se pagan las consecuencias.
• Fiscalidad y finanzas: es fundamental un buen asesoramiento para no correr riesgos de tesorería, optimizar las inversiones a realizar y minimizar el pago de impuestos de una forma legal.
• Legalidad que afecta a mi negocio: es imprescindible tener en cuenta las leyes vigentes que afectan a la protección de datos, el blanqueo de capitales, Internet, consumidores y usuarios, administraciones, marcas, etc.
La sociedad es tan compleja que resulta muy difícil conocer todas las normas que nos afectan, pero muchos empresarios piensan que en Internet pueden encontrar la respuesta. Así, creen que no necesitan ayuda de un profesional. Ahora bien, ¿qué riesgo corren de equivocarse? ¿Qué precio tiene la tranquilidad? Cuando una pyme crece lo suficiente, no hay duda en la respuesta a estas preguntas, pero cuando está más cerca del hombre orquesta que de una empresa, es más difícil responderlas. A la pyme todavía le queda mucho camino para aceptar que hay cuestiones legales importantes que requieren de atención y de profesionales que la acompañen para evitar problemas futuros, porque ¡la estadística no perdona!